OLENTZERO



Olentzero, descrito en las canciones populares como un tipo pillo y bonachón, recoge la tradición pagana precristiana de la celebración del solsticio de invierno, que está muy relacionada con el fuego.

 

En sus orígenes, se le llamaba Olentzero al tronco con el que se alimentaba el fuego de la chimenea en Nochebuena. Al día siguiente, las cenizas de ese fuego se esparcían ante la puerta principal del domicilio, con el fin de proteger durante todo el nuevo año a la propia casa y a sus habitantes.

 

Según la mitología vasca, los gentiles bajaron de las montañas avisando de la llegada de Kixmi (nombre que los gentiles daban a Cristo). Uniendo ese elemento mitológico con la tradición del tronco y el fuego, nació la figura de este personaje personificado como un carbonero. Este tiene noticia del nacimiento de Cristo mientras está trabajando en el monte y baja a los diferentes pueblos para dar la Buena Nueva.

 

En el siglo XX, el Olentzero tomó una característica de personajes similares como Papá Noel, Santa Claus o Los Reyes Magos y comenzó a traer regalos a los niños y niñas el día de Navidad.